AFRONTAR

A veces hay que afrontar.
Y no digo afrontar como diría por ejemplo enfrentar furiosamente, dispuestos a hundir la lanza a lo que sea que nos haga frente. Es afrontar.
Aceptar. Abrir los ojos y mirar de frente, aunque lo que hay ante nuestros ojos no sea el mejor atardecer.
Los seres queridos -llámense amores con términos griegos, familia, amigos, conocidos, socios...- no están ni pueden estar todo el tiempo a nuestro lado y vivir por nosotros. De hecho, casi todos vivimos en algún momento el estar con gente alrededor y en realidad, estar solos.
Podemos llorar por dentro con las heridas abiertas, y llorar por tener que lidiar solos con el dolor. Dolor sobre dolor.
Y a veces, cuando la vida duele, nos mordemos las manos para no llamar a quien dijimos que no ibamos a llamar, cuando, en tiempos de bonanza, resolvimos enfrentar solos lo próximo que venga, y aprender. Lloramos porque nos duele la vida misma y porque decidimos salir adelante solos: dolor sobre dolor.
Afrontar. Dar la cara a veces con lágrimas, con dolor y miedo.
Es como mirar de frente al mar en una noche de viento y frío, sin luces artificiales y sin luna.
Afrontar de todas maneras. Crecer. Creer.
Elegir no quedarnos encerrados ni en la habitación ni en el corazón.
Afrontar, y finalmente decidir incluir a Dios. Porque solos, podemos hasta cierto punto, pero no más, y lo sabemos.
Elegir no enfermarnos más por las penas que siguen lastimando en silencio.
Elegir sanar el corazón.
Elegir avanzar, y escribir un capítulo nuevo de historia de vida, esta vez más rico en verbos y con menos adjetivos.
Elegir el sanar el corazón en vez de dolor sobre dolor otra vez.







SUFICIENTE



Estuve charlando con varias personas, chateando con unas pocas otras, leyendo a otras en sus respectivos sitios y otras en emails, todo desde el fin de semana pasado hasta hoy jueves: suficiente.
La verdad es que entre esas comunicaciones, hay gente muy querida para mí que necesitaba escuchar y sobre todo leer, pero también estuve hablando con varias personas por una especie de obligación, no sé si moral o de qué tipo, que en realidad nadie me impuso. Sinceramente, de estos últimos me cansé, me aburrí. O dicho sin elegancia y sin madurez: me harté.

De esperar que me extrañen.
De leer, pensando: "qué imbecilidad", y seguir leyendo.
De leer escritos y traducir la intencionalidad del autor: la necesidad de ser admirada/o, deseada/o, respetada/o.

De esperar que algunas cosas cambien casi mágicamente.
De leer escritos de cristianoides plenos de seudo transgresiones. Escritores aspirantes a mediáticos, como si diciendo algo soez algún universo de conocimientos se pudiera detener e iluminar.
De leer escritos creyendo que son caminos certeros, y luego de unos pasos, darme cuenta que no conducen a ningún lado.
De leer algunos todos que me parecen nadas.
De leer sobre cristianismos acartonados y livianos, antiguos y modernos.

Me harté de querer a quien no quiere ser querido, y viceversa.
Y de que me importe gente a quien no le importo, y viceversa. De modo que, amablemente me fui. Como el micro-bus de la imagen. Me fui a algún paisaje un poco más despejado, y no hablo de los paisajes de lejanía física.
Y tal vez en ese paisaje en este momento sea la única habitante. Y qué, eso un día de estos cambiará.
Y me harté de las preguntas sobre mis gustos musicales y blablablá. Y me gusta más Willy Chirino que Juan Luis Guerra, y Silvio más que Montaner, lo cual no me desmerece a ninguno. Y me gustaba más U2 antes de encontrar los discos en las tiendas cristianoides. Y no me gusta decir que tal o cual apestan musicalmente, y respeto a quienes sí lo dicen, y cada quien piensa y opina. O sólo opina, y qué.
Y si hay buen cuarteto, ahi me tienen bailando. Y si hay buena electrónica también. Y no me agrega pecado.
Y admiro más al hermano de Dante, que ya no está con nosotros, que al primero.

Uff, o realmente me harté o necesito vacaciones urgentemente.



GRIS


Camina por la vereda helada. En la bufanda gris se ve su respiración como nubecillas. No te vayas, piensa nubladamente.
Llega a la oficina gris, a su escritorio gris con esa ventana ridículamente pequeña, desde donde se ve la pared de otro edificio gris. No te vayas, piensa mientras golpea las paredes de la taza con la cucharilla, siendo ese el único sonido que indica vida por un rato.
La mañana invernal en el gris de la oficina se puebla de frases azules de tinta, todas de tres palabras.
Lo dirán los carteles de las vidrieras al regreso. Lo rezarán las ofertas del almacén. Esa noche ella dormirá sola en su casa poblada de nubes grises como la calle, como la oficina. Como el alma.
En los próximos días alguien de alma avezada y vista aguda podrá notar en su mirada los fragmentos sangrados y secos de aquellas palabras, de aquel final esperado, de ella entrando a la casa con la voz inanimada ya y diciendo por última vez: No Te Vayas.

TU MIRADA




La mirada que suplica perderse y la perdida a sabiendas. La famosa mirada ausente. La mirada ignorante, la imbécil. La mirada indiferente.
La mirada que se detiene en los pasadizos olvidados, en las ruinas de mis paredes derrumbadas.
La mirada que calla y la que grita. La que rasguña furiosa. La mirada desorbitada y jadeante, excitada por la sangre del dolor.
La que muerde hasta que arranca gozosamente la piel de las heridas.
La mirada soberbia. La que acusa. La que condena sin demora.
Tu mirada recorriéndolas a todas. Mi mirada temerosa, y me encuentras.

Silencio -mi mirada tiembla-.

Te acercas y tu mirada se detiene en la mía. Me hablas de amor, río. Me sonrojo, vuelvo a reír.

Ríes conmigo. Tu mirada es como el sol en la plaza, como un domingo de primavera. Como un bebedero de agua fría, como el café. Como una canción de las buenas.

Y las demás miradas, las que eran mi absolutamente todo, ahora son
absolutamente nada.


VISCERAL- por mi amigo Jose


Semana complicada.

Mucho frío.

Se atrasan materiales en el trabajo. Me quedo en casa esperando noticias.

En la radio suena como siempre desde las seis y media la cada vez más escasa (como azúcar en supermercado por estos días) razonable credibilidad, en la voz de Magdalena. Casi nunca llego al final del programa, me voy antes. Pero hoy alcanzo hasta Victor Hugo.

Arranca con las declaraciones de Pepe Cibrian acerca de la ley de matrimonios entre personas del mismo sexo y la posibilidad que puedan adoptar niños.
Me sacuden.

Me incomodan.

Me agarra de los pelos y enfrenta a mis convicciones más genuinas. Me revuelve el estomago y no es asco, es revolución, es realidad que exige respuesta. Es el dolor visceral de aquel que exige ser oído y considerado.
El enano religioide que habita en mi (mil veces confundido con la voz del Espíritu) se revuelca porque le impido tomar el control.

Y me animo a pensar.

Mis fundamentos, por los que vivo, son sólidos y como dijo un conocido evangelista,“ no tengo alma de mártir pero llegado el momento, estaría dispuesto a morir por ellos.”

No estoy dudando de mi fe.

Creo cabalmente todas y cada una de las palabras del Autor y objeto de la misma. No quiero transigir mis creencias.

Pero sí hay algo que debo aprender, si yo me conformé a tradiciones o mandatos culturales que nada tienen que ver con la Verdad, estoy dispuesto a sacrificarlas en el altar donde mueren mis prejuicios.

Sus consideraciones (las de Pepe), o al menos algunas de las que provocan estas líneas dicen mas o menos así:
- ” Si la vacuna que erradicara el sida la descubriera un grupo de científicos gays ,¡algunos son parejas ! y tu hijo/a estuviera infectado ¿se la aplicarías? ¿o la moralidad en este caso queda a un lado? “

- ” Me imagino que todos los legisladores que se oponen a la adopción de niños por parte de matrimonios homosexuales, en este momento están corriendo a las calles a cobijar a los miles de niños que cada día son abusados, vejados, discriminados, prostituidos y abandonados por heterosexuales. “

- ” Cada vez que se habla de la unión legal de homosexuales, lo que se tiene en mente es únicamente a las dos personas en la cama. Y es mucho más que eso, es poder proyectar un futuro, es la seguridad legal en tantos aspectos, es mucho más…”


Se multiplican las entrevistas en los canales de tv, y las discusiones y las defensas de posturas y convicciones, a veces con altura, las más quedándose en lo banal, y yo; como parte de esta sociedad, sigo intentando ser protagonista y no sólo “fumarme el humo al costado del camino mientras todo pasa (aunque me encanta ese tema)“.

Me animo a pensar.

¿Que influencias recibirá un niño en un hogar con dos padres del mismo sexo?

¿O lo importante será si son buenas personas y que le brinden amor mas allá de su inclinación sexual? Y tengo la intima convicción que Dios no aprueba ese tipo de elección, ahora ¿Eso significa que tampoco están capacitados para criar hijos ? ¿ un mentiroso lo estará? ¿desgarra nuestras vestiduras de igual manera?

¿O acaso son más perversas y dañinas las malas acciones de un homosexual que las de un hétero?

¿El pecado de homosexualidad es mas “poderoso” y afecta más que otro tipo de pecado?

La raíz de todos los males ¿no tenia que ver con el amor al dinero?

En 1 corintios 6:9 y 10 la lista es bastante mas amplia y abarca otros errores mas “sutiles”, que no causan la aversión que produce la homosexualidad, como el ser injusto o maldiciente, y sin embargo pertenecen a la categoría de aquellas faltas que te niegan la entrada al Reino.

Me repugna escuchar hablar a los “hijos de luz” en manera despectiva y humillante, refiriéndose a estas personas en un lenguaje vulgar que no refleja en absoluto el amor que debiera.

“Como van a adoptar niños che, van a salir todos p…!”(sic) me dice una persona que ejerce su influencia en un grupo de 60 o 70 personas, pero sé que se multiplica por cientos. Maestros mediocres que adoctrinan sin mas conocimiento que un par de versículos descolgados y que en ninguna manera dan sustento a la Verdad que proclaman, mientras sus oyentes, muchos de ellos jóvenes que anhelan transmitir sus certezas; deben salir a la vida sin más opciones que: “Dios lo dice en su Palabra, se obedece por fe y al que no le guste, tridente y lago de fuego”
A esos chicos, entre ellos mis hijos (13 y 8), sobrinos, conocidos, amigos, los llevan a un callejón que en estas condiciones; tiene dos opciones: repiten sin contundencia ni seguridad conceptos obsoletos, carentes de Vida o se callan y pasan a engrosar las filas de nuestro pequeño pueblo-mudo tan feliz… y tan inocuo para su generación.

Ahora ¿no salen de hogares heterosexuales los que hoy tienen otra elección sexual? A lo sumo estas nuevas uniones tendrán las mismas probabilidades de “error” .

Y nos escudamos en nuestro loable y políticamente correcto interés por el cuidado y resguardo de los niños, pero pocas veces vi un congreso cristiano o una convocatoria para exigir una ley que dé las garantías necesarias, pero a la vez sea ágil para la adopción.
Se gasta más, mucho más, en equipos y recitales, mega eventos, relegando a un segundo plano el desarrollo de proyectos sustentables por ejemplo, en prevencion de delincuencia infanto-juvenil a través de la educación y la capitación para su inserción en la sociedad.

Pero eso no nos moviliza, como tampoco una marcha en contra de la corrupción, la injusticia, la pobreza o la inseguridad, esos temas no son “candentes” en nuestra aldea.

Pasa que es mucho más “under” e implica un trabajo arduo y no pone a marchar los oxidados engranajes de la iglesia ni a sus aletargados líderes.

Es necesario hacer esto sin dejar aquello.

Todos estamos de acuerdo en condenar la prostitución. Es alienante y perversa. Me sobran los dedos para enumerar trabajos serios cristianos que se hagan en ese sentido. ¿Y el secuestro y desaparición de menores para turismo sexual? La ultima vez que escuche un mensaje, una exposición, predica? fue cuando asistí a ese congreso.., fue …¿en mi imaginación?

Pero la homosexualidad si mueve sus filas ¡Y cómo!

Ruego a tu sinceridad ¿Es realmente un mal mayor o un condicionamiento cultural ?
¿Las leyes forman un país o la gente va legislando las normas bajo las cuales quiere vivir la mayoría?¿O ambas?
¿Por qué pretender un país con leyes cuyos principios sean cristianos, cuando la mayoría de su población no lo es?
¿O deberíamos mejor influenciar primero el corazón de sus habitantes y luego estos con sus principios, promoverían las leyes bajo las cuales quiere vivir?
Jesús ordenó pagar un impuesto injusto a un imperio invasor ¿qué significará eso dos mil años después en el contexto de estas líneas?

La iglesia no transforma por acción intensa, por protagonismo real mas allá de los límites de sus templos. Por el contrario, intenta pronunciarse en espasmódicas reacciones intermitentes ante señales de la sociedad, que a su juicio son ” de los últimos tiempos”.

Según Elisabeth Noelle -Neumann a estas alturas he logrado romper la espiral de silencio que condiciona nuestra opinión por temor a ser rechazados, y la verdad se siente bien, porque según la misma teoría ese pequeño grupo al que ahora pertenezco es el generador de cambios sociales y motivador de aquellos que , presionados por la mayoría, relegan sus verdaderos pensamientos.
Dijo Arlt: “publicar es arrojarse a los perros … estoy en sus fauces mis queridos canes”.

José Luis Blanco

GRACIAS

Ante todo gracias... por seguir pasando por estas callecitas y por preguntar más que cuando escribiré cómo estoy. De modo que aqui estamos, regresando. Me han sorprendido los emails, sms, llamados, regalos. Pasó bastante vida en todo este tiempo. De todo un poco. Pero aqui estamos, aqui seguimos.

Gracias de nuevo. Un abrazo.

PAISAJE

Hace años escuché esta canción en un cassette. Me sorprendió sinceramente en ese entonces la forma de escribir de este autor, Horacio Ortiz, ya que salía del dialecto evangélico por momentos, como en el caso de la presente lírica dedicada a su padre. Cuando escucho esta canción no puedo reparar en los arreglos musicales o en la técnica vocal porque me llena los brazos de imágenes y recuerdos, por eso me parece especial y por eso deseo compartirla desde aqui hoy, cuando aqui festejamos el Día del Padre.
Feliz día "gordito", papá. Gracias por tanto, por trabajar tanto, por dormir tan poco. Por no dejar que vea el miedo o el cansancio en tu mirada. Te amo.

SESENTA CALENDARIOS
Sos el paso jornalero
de la mañana triste,
sos el constante regreso
de un viaje sin partida.
Sos el ir y venir
de la bronca y la ternura
Sos el tallo, sos la rama,
árbol de hojas buenas.

Son sesenta calendarios
sin domingos ni feriados;
son miles de amaneceres
con fiaca, sin desayunos.
Son millones de sonrisas
disimulando algún llanto,
son infinitas palabras;
libro sin tapas duras.

Ayer soñabas tu siembra
con quien compartes tu almohada
hoy disfrutas tus cosechas
cada cual en su alborada.
Mañana serás estrella
vigilando tu universo
y los hijos de tus hijos
prolongarán tu comienzo.

Camino de tranco largo,
aún no llegó tu esquina.
Molino de cuatro vientos,
aún sigues dando harina.
Cada garganta es tu himno,
cada razón tu mensaje,
viejo, papá, da lo mismo,
llevas por nombre Paisaje.


ELLAS Y YO (en ocasión de una celebración bloguera... asi se dirá?)






Sonrío mirando la "hoja" del notepad delante mío. El desafío es escribir sobre mi relación con las palabras.

No sé si lo describa bien, no sé si lo entiendas. Las palabras casi toman vuelo propio. A veces surgen sin anticipación. A veces -muchos 'a veces'- dejan ver partes de mi alma.

Leo desde los tres y medio (ahora que lo pienso, sólo por eso debería ser más sabia a estas alturas de la vida, zas). Leí todo lo legible que existía en casa, en casa de abuelos, tías, amigos. Se me despertaron la curiosidad y la imaginación. Leí hasta quedarme dormida por las noches, leí hasta quedarme castigada por no apagar la luz temprano.
Las palabras se me acercaron mientras el tiempo pasaba. Cuando les tomé más confianza, comencé a escribir. Escribí cuentos llenos de adjetivos, escribí historias que transcurrían bajo el agua. Escribí historias literalmente increíbles hasta para mí. Cartas que nadie nunca leería. Diarios interminables. Desarrollé codificaciones para los mismos que luego olvidaba. Opiniones escritas que nunca dejé que se leyeran. Escribí historias en papeles, en pizarras, en servilletas. En trenes. En muros de edificios derrumbados.


Pero con el tiempo, las palabras dejaron de ser sólo lo que eran y se transformaron en caracteres reveladores. Abandonaron casi por completo la complicidad y se convirtieron por momentos en armas vueltas contra mí, en relámpagos de miradas acusadoras. En veredictos irrevocables, en arañazos de quien se ahoga y quiere llevarte consigo. A veces en dolor de ojos ardidos, a veces en labios mordidos y sangrados de silencio autoimpuesto. Entonces finalmente dejaron ver partes de mi corazón, a veces como ventanas claras, a veces como jirones gastados de dolor oscuro. Mostraron mis luces y mis sombras. Mostraron mis palabras de guía para otros junto con mi mirada perdida y temerosa. Mostraron mis prédicas más fervientes junto con mi propio descreimiento. Mi cristianismo más apalabrado y mis fantasmas más ocultos. Y en cada escrito comencé a ver cómo se asomaba mi alma. Inevitablemente.

Debe haber un momento -no lo sé o no lo recuerdo ahora- donde llegamos a un acuerdo con las palabras, o al menos un pacto de no- violencia. Tengo días donde creo tener todos los sustantivos que existen a mis pies y otros donde los pronombres se burlan de mí. Momentos en los que gano y pierdo nada con ellas, pero me han enseñado igualmente. Y me han ayudado a mantenerme viva y en mis cinco sentidos algunas veces.

El punto es que ya no son sólo palabras. Se me han hecho un poco mías, no son sólo descriptivas o lo que sea. Son mis lapiceros y mis alas, mis suspiros y mis gritos, mis ascos y mis éxtasis. Son mis ventanas sin cristales. A veces son mis bocanadas de aire. A veces todo queda entre ellas y yo. A veces me resigno y les doy la partida ganada; entonces publico. A veces dejo que tu mirada descubra quien soy, posiblemente como ahora.

HOY NO



Hoy no, hoy no renuncies,
no renuncies a vivir.

Aunque el cielo sea gris, rojo, negro,
aunque el sol no brille como ayer
o como hace un año.
Aunque no quieras ver más allá de tu calle,
aunque no quieras oir más melodías lentas
o más canciones optimistas.
Aunque se hayan ido las voces abrigadas
de la ternura, de la compañía
o de la inconsciencia de un amor.
Aunque no te queden uñas de tanto rasguñar,
o no queden lugares donde buscar,
o no te quede voz para gritar.
Por favor hoy no renuncies
a los cielos azules, a las melodías nuevas,
a las palabras susurradas, al amor sólo por amor
que Él guarda para ti.

Aunque el teléfono dé ocupado,
aunque el correo se tome feriado
o se corte el internet.
Aunque desees cambiar el tiempo,
regresar al pasado
o volar cien años más adelante, cuando sólo seamos huellas.
Aunque hoy el dolor desayune contigo,
la soledad te invite a almorzar
o el temor a cenar.
Por favor hoy no renuncies
a la vida que te queda por delante,
a la paz, a los años nuevos,
a los años de vida mejor que vendrán,
porque todavía están reservados para ti.

Aunque no quieras saber, creer, mirar,
aunque no quieras escuchar
o hablar, o leer, por favor te pido,
Hoy no, no renuncies,
no renuncies a vivir.

Tal vez nadie más entienda
-en realidad Él sólo quiere decírtelo a ti,
y nadie es más importante ahora mismo-.
Como decía, tal vez nadie más entienda
que aunque te veas o te creas en la absoluta orfandad
Él sigue aqui.

Hoy y ahora no renuncies a vivir,
porque junto a, en medio de,
a pesar de, o con todo esto
Dios está contigo.

NECESIDAD 1


Tengo despierta la necesidad de ser mejor por dentro, mejor persona, mejor gente. Y creo que cuando se despierta a ciertas realidades despiertan las ganas de dar. Dar de corazón.

La necesidad de dar lo valioso, no lo que sobra.
A veces la persona que tengo enfrente sólo necesita un abrazo, no una lista de frases hechas y citas de versículos. Lo que viene desde el corazón y el amor es lo valioso; el cumplir con nuestro auto-impuesto deber de consejeros al paso, es lo que sobra.
El conocimiento no es poder, es sólo conocimiento; la administración que hacemos del conocimiento se acerca más a la sabiduría, y eso es lo valioso. Hay demasiados maestros que jamás se supieron alumnos y demasiados alumnos que se creen maestros. Eso es lo que sobra.
A veces las personas no necesitan que les leamos nuestros escritos, necesitan descanso, necesitan sonreír, necesitan menos de nuestras palabras y más de nuestra disposición. Eso es lo valioso.

La gente que va a nuestros edificios- congregaciones necesita más que un rato de música, más que las canciones del último disco de tal. La gente precisa aprender canciones como herramientas para ellos también ser parte del tiempo de música, para ellos también cantarle a Dios con soltura y confianza. Para desarrollar el gusto de cantarle. Eso es lo valioso. Hay demasiadas listas de canciones variadas a nuestro gusto y piacere, hay demasiados músicos que sólo aman la música y demasiados postulantes a demostrar sus conocimientos. Eso es lo que sobra.

Necesito seguir andando por la vida sin cerrar el corazón. Aprender a brindar lo mejor que no siempre es lo que está delante de mis ojos. Lo importante, que no siempre es lo urgente o lo visible. Lo valioso, que no siempre es lo que doy.
Estoy pensando en voz alta, me dejo influir por las redes sociales en esto de decir 'me pasa tal o cual cosa'. No obstante siempre termino quedándome en silencio y pensando acerca de lo que escribo y dejo entrever de mí.
Y extrañamente estoy recordando una canción, estedes disculpen pero recuerdo unas frases de "Dar es Dar". Permitamos que Dios cambie nuestro corazón para tener eso de lo que canta Fito cuando dice: "Dar es dar/y no marcar las cartas, simplemente dar/ Dar es dar/y no explicarle a nadie, no hay nada que explicar (...)/ Dar lo que tengo todo me da.../ No cuento el vuelto, siempre es de más.../ Dar es dar/ Es solamente una manera de andar/ Dar es dar/ lo que recibes es también libertad..."

Un abrazo.


EL MISTERIOSO CABALLERO

No coleccioné sus discos ni seguí su carrera; no reniego ni respaldo eso. Simplemente lo conocí asomándome un poco a su música de vez en cuando.

Cuando era chica y creía en eso que creemos los músicos cuando aún no maduramos la personalidad -que uno es músico exclusivo de uno o dos estilos y que escuchar música popular es perder exquisitez- decía "no me gusta" sin siquiera oir. Los años pasaron y hoy debo reconocer que ese hombre sonaba interesantemente bien.

Sí, sus letras y su interpretación eran como "extremistas" -mucho amor, mucha pasión, mucho y mucho-. Sí, era obvia su sobreactuación en sus películas. Pero tenía cierta personalidad que muchos no poseen, tenía ese "algo" que muchos imitaron pero no hicieron más que reafirmar su originalidad.

Despertó pasiones, varias clases de pasiones que no mencionaré ya. Gentes que conozco y le han conocido resaltan su humildad, esa cualidad que a veces extraño de algunas personas. Dicen en resumen que a pesar de ser muy talentoso y muy famoso fue buena gente hasta el final. Lo dicen y les creo, pero yo no conocí ese lado de él. Sí conocí varias de sus canciones, algunas de las cuales reconozco, forman parte de esas canciones que muchas mujeres soñamos escuchar de los labios del hombre amado alguna vez -y claro, nunca lo diremos para no sonar cursis, débiles o lo que sea-. Su voz profunda y su ver de caballero misterioso también forman parte de los sueños de muchas mujeres. Aunque no condice con "mi estilo", ese hombre, debo reconocerlo, era interesante al escucharlo. Agradablemente intrigante.



Sigo recordándolo como en este momento con dos de mis canciones favoritas, que sencillamente suenan deliciosas: la versión de "Arráncame la vida" con Olga Guillot y una de mis canciones soñadas, la mejor versión en español de Strangers in The Night, "Extraños en La Noche". Como he dicho en estos días, me quito el 'qué dirán' y me despido: Adiós Sandro. Adiós al hombre de la rosa, al misterioso caballero.






AÑOS (en mi cumpleaños)



Años, años,
pasan los años.

Pasan canciones, pasan paisajes,
pasa el calendario.
Pasa el frío del invierno, pasa el verano.
Pasan las tardes esperando el tren en Buenos Aires,
pasan las tardes fotografiando el cielo en Viedma,
pasan las despedidas en las terminales de ómnibus.

Pasan los hits de líricas imbéciles.
Pasan las gentes que detestan la música de los '80 y '90.
Pasan las gentes que detestan Star Wars.
Pasan los pronósticos del tiempo que no se llegan a cumplir.
Pasan las gentes olvidadizas,
pasan las voces listas para señalar los errores.
Pasan las gentes de uña corta y discurso largo,
pasan las gentes que se creen lo que sería mejor no creer.

Pasa el dolor.
Pasa la soledad
Pasa el miedo y pasan las persianas bajas que tapan el sol, la luna, los sueños.
Pasan las mejillas resecas sin llanto y sin caricias.

Pasa la noche, al fin pasa la noche y amanece. Sé que no parece, pero pasa.

Pasa el encierro,
pasa el silencio.
Pasa el miedo a recomenzar.
Pasan las mil preguntas que rondan el corazón a veces.

Pasan días de sol y días nublados en el alma -seamos bienvenidos a la tierra de los mortales-. Pasan días en los que escribo soleado porque estoy así y días en los que escribo nublado porque estoy así,
y menos mal que eso pasa.

Pasan mis frases y pasan tus ojos que leen. Quién sabe qué pensarás, y ese no es el punto, porque eso también pasa.
Pasan días de diferentes colores y escribo. Tal vez no veamos los colores de la misma manera. No hay problema con eso,

no llevo propaganda oculta ni razones enmarañadas
o intenciones patológicas.

Pasa la vida, pasa de todo en ella.
Pasan las aguas, pasa el fuego.

Años, años,pasan los años.
Una vez más me asombra y sonrío, una vez más suspiro de alivio:
Él es fiel. Él sigue aqui.


QUIEN SOY



Tengo mentiras: no soy recontrasupersegura de mí misma. No estoy todo el tiempo con el ánimo arriba. A veces sonrío por instinto y no por sentimiento. A veces no estoy de acuerdo contigo y me callo porque no quiero herirte. Otra veces porque no tengo ganas de decir más nada.

Tengo verdades: soy ilusamente inocente a veces, cosa que contrasta con mi edad y educación supongo, pero así es. A veces creés que estoy anticipando lo que vas a decirme, o la verdad oculta detrás de un pensamiento y asumes que intuyo, y en realidad no intuyo. Alguna vez me han dicho que soy "un poco naïf" de mente.

Tengo soles: mis amigos son quienes quiero porque sí. No son todos filósofos ni todos príncipes, son tan reales como yo (gracias...); disfruto intensamente el acurrucarme con Winnie y Taz a ver Nick Hits, el estar con la gente que quiero, el salir a caminar, el cine, la costa del río, la música, el bailar cuarteto con mis amigas, el mar, el ver películas de cinéfilos y películas cursis. Y el mate con cascarita. Y los capuccinos, ni hablar.

Tengo manías: una y otra vez reviso que las puertas estén cerradas. Mientras cocino voy lavando lo que ensucio y limpiando, porque no puedo ver nada fuera del orden que quiero. Una y otra vez corrijo la ortografía de los textos, una y otra vez repaso los detalles musicales. No descanso si hay algo que no corregí. Me gusta la música de los '80 y '90. Me encanta la música de Michael Jackson y me parece genial. Me gusta estar sola a veces, no todos los días con gente.

Tengo mis dudas: que si me veré bien, que si me leerán bien, que si me escucharé bien, blablablá. Que si se entiende lo que escribo o lo que digo. Que si decir o callar. Que si me querrá lo suficiente. Je. Las dudas vienen y van.

Tengo mis sueños: que no los haré públicos aqui. De todos modos, lo que surge en mi vida suele ser parte de mis sueños cumplidos.

Y tengo mucho más. Los optimistas cercanos tal vez dicen: "Sé positiva", "Vé el vaso medio lleno", y muchas otras frases familiares y sonrientes. Y puede que tengan razón. Pero, por qué no admitir que somos humanos, tan humanos, tan falibles? Siempre hay que tener a mano la frase Borgiana, el latiguillo de la réplica brillante, el as en la manga esperando deslumbrar al menos a un alma? No quiero ser quien no soy, y no quiero hablar de lo que no es parte de mí. Me cansé de intentar agradar. Amo la vida sin discursos, la vida que transcurre, que corre. La vida que cambia. Y voy por ella abriendo el corazón. Y llevo todo lo que soy y lo que tengo: Dios, mi familia, mi gente, fotos, voces, risas, escritos, libros, cristales nuevos, las uñas pintadas de oscuro, las risas viendo a Violencia Rivas y Cía., el lunarcito cuadrado en el ojo, los lentes que uso de pura vergüenza. Y las lágrimas, los amores, desamores, dolores, lastimaduras, heridas, las soledades y las compañías. Y las broncas ante la injusticia, ante la verborragia sin razón y los discursos demasiado estudiados. Y mis realidades, la mayor en este momento es la certeza de que se cumple esto de que Su poder se perfecciona en lo débil que soy. Y mis utopías. Ah, y la música. Y los ojos con los que te miro. Y la sonrisa con la que escribo esta última frase: agradezco ser quien soy.

DESPERTAR 3


Mis ojos se abren por sí mismos, asombrados,
mis oídos buscan desesperadamente música
como si se estiraran. Siento frío y no sé,
no sé y me ensordezco, me enloquezco
o acaso estoy a punto de quedarme muerta,
muerta en un rincón, con el corazón latiendo.

Quién es que me saca de la vida,
de la vida que llevaba fuera y dentro,
la vida luminosa y algo ausente,
la vida de mis propios pensamientos?
Quién es -balbuceo sin mirar-, quién es y qué desea?
Es un sueño, la muerte, un mensajero?

Movimientos fantasmales se detienen
y los ojos se me aclaran un momento,
no entiendo lo que veo. No sé o no lo creo?
Alguien me mató y fui al infierno?
busco ciegamente un argumento,
alguien que me saque este tormento,

grito, grito adormecida,
ensordecida, desorientada,
mientras veo alrededor a los fantasmas
a los cuerpos, las pieles resecadas,
más miro y más nítido veo
las manos, las manos tan vacías,

los ojos llorosos, extraviados,
los ojos temerosos, los ojos sin mirada,
y la mugre y la ceguera, la locura,
el dolor, dolor que rompe y sangra,
barrigas vacías y pequeñas, barrigas inflamadas,
pies que se lastiman y no sanan.

Y veo llanto de sollozos y alaridos
escondidos tras rostros maquillados.
Y veo pasar miradas apagadas
sin luz, sin ayeres, sin mañanas.
Y veo los cuerpos agotados, excitados
con las luces de locura momentánea.

Cuerpos lastimados, cuerpos muertos,
cuerpos mutilados en el alma;
olor por fuera y dentro, olor de todo y nada.
Señor, no ves lo que me pasa,
sácame de este sueño, este mal sueño,
despiértame, ven a mí, no quiero esto!

Estómagos que gritan el hambre,
dolor, ruido de pasos, huidas, sangre,
basurales, sirenas, vómitos, agujas,
gritos, silencios, golpes, cachetazos, cuchilladas, balas,
callejones, niños ensangrentados,
muerte, cuerpos sin niñez y sin aliento,
ojos llorosos, ojos asustados,
ojos perversos, ojos desorbitados,
ojos enajenados, ojos en blanco.
Hambre de paz y de pan, de techo, de abrazo.
Hambre de inocencia, de madre, de hermano.
Hambre de vida y de sustento. No estoy durmiendo.

No estoy durmiendo, Dios mío.
He despertado.

Lila

VENGO A OFRECER MI CORAZÓN

Le hemos dicho muchas veces a Dios "aquí estoy", o siendo más literales: "heme aqui", y demás frases con el mismo sentido. Nos hemos cantado entre evangélicos y nos hemos dicho "aqui estoy, cuenta conmigo". Me pregunto -últimamente me hago infinidad de preguntas...- por qué nos cuesta tanto decirlo al resto de la sociedad? Hemos sido lo suficientemente atrevidos como para decírselo al Señor; por qué entonces no componer canciones que digan claramente que aqui estamos, que tenemos los ojos abiertos, que somos íntegros, gente de bien, con conciencia social, con el corazón latente por nuestra gente? Alguno de nosotros debería cantar algo como esto dejando de lado las modestias sosas, las segundas intenciones, las excusas temblorosas. Tenemos el mensaje más trascendente y la vida más plena corriendo por nuestras venas. Por qué no cantar algo así? Disfruto bastante el cantarle junto a mis hermanos al estilo australiano, al estilo brasileño, etc... disfruto bastante los conciertos entre, por y para cristianos. Pero el cantarle a Dios a solas Él y yo y el cantar a otros sobre mi fe son mis necesidades. Puedo vivir sin mis Hills... locales y sin conciertos, pero no sin mi adoración a Él y sin cantar a otros sobre lo que vivo. Puede que sea por eso que quiero compartirles la letra de esta canción que parece escrita por uno de nosotros... pero es de Fito Páez. La recordé por recordar la versión única de Mercedes Sosa.


¿Quién dijo que todo está perdido?
Yo vengo a ofrecer mi corazón.

Tanta sangre que se llevó el río,

yo vengo a ofrecer mi corazón.


No será tan facil, ya sé que pasa...
no será tan simple como pensaba.
Como abrir el pecho y sacar el alma,

una cuchillada de amor.

Luna de los pobres, siempre abierta,

yo vengo a ofrecer mi corazón.

Como un documento inalterable

yo vengo a ofrecer mi corazón.


Y uniré las puntas de un mismo lazo,

y me iré tranquilo, me iré despacio,

y te daré todo y me darás algo,

algo que me alivie un poco más.


Cuando no haya nadie cerca o lejos,

yo vengo a ofrecer mi corazón.

Cuando los satélites no alcancen,

yo vengo a ofrecer mi corazón.


Hablo de países y de esperanza,

hablo por la vida, hablo por la nada,

hablo por cambiar esta, nuestra casa,

de cambiarla por cambiar nomás.


¿Quién dijo que todo está perdido?

Yo vengo a ofrecer mi corazón.





ELLA


Tres días de duelo nacional. Los noticieros mostrando su velatorio todo el fin de semana. Miles de personas pasando por el Congreso Nacional para verla de lejos por última vez.

Para los que gustan de nuestro folklore y los que no, Mercedes Sosa llegó a ser igualmente una figura emblemática, ya que al inicio de su carrera representó ese género musical pero luego el espectro se amplió junto con lo vivido -el mantener una postura ideológica, la prohibición, el autoexilio, en fin- y entonces su voz tomó otro sentido: fue en cierta manera la voz de la libertad. La voz que no se calló, la voz de la democracia, de la libre expresión. La voz que canta lo que desea cantar; podían ser canciones de raíces nativas, canciones de Charly García, o tango, trova o lo que sea. La mayoría recordamos su cristalina versión de "Vengo a Ofrecer mi Corazón", cuya letra transcribo más arriba. Sus discos se me hacen como mosaicos trazados con su gente amiga, invitados, diversos géneros musicales, letras que hablan del corazón y las ideas, diversas formas y colores para su música. Su voz característicamente clara y profunda, su estilo inconfundible, su amplitud musical, todo ha conjugado para hacer trascender su persona y mantener vigencia durante más de dos décadas.

Tuve oportunidad de verla por última vez en diciembre pasado junto a Fito Páez en La Trastienda, en un concierto íntimo. Luego de tocar algunos pasajes breves de Mozart, él tomó el micrófono y dijo: "hoy somos privilegiados, está con nosotros ella, una de las mejores voces de Latinoamérica..." y se abrió la puerta de entrada, y ahi estaba, caminando despacio junto a su hijo, subiendo despacio al pequeño escenario mientras todos aplaudíamos emocionados. De la misma emoción estaba hecho el absoluto silencio cuando cantó "Parte del Aire" sólo acompañada por la voz y el piano de Fito (ésta es mi foto de esos momentos).


Me quedo pensando en ella. En cómo será recordada. Cuando escuchas una canción de ella sabes que es parte de sí, eso se nota, se intuye. Cantó sobre lo que quiso, sintió y sobre lo que creyó. Y pienso en las voces que escuché -ustedes disculpen- voces mucho más ricas técnicamente, o tal vez más agradables para nuestros oídos amantes de los primeros mundos, voces preciosas pero que en realidad no dejan nada. Puede que esté más irritable respecto a eso en estos meses y en este momento me pongo a pensar en las muchas veces que canté y traté de hacerlo genial para quedar gustando, pero no más que eso.

Y pienso en nosotros, los intérpretes cristianos, los artistas del canto -dicho sin sarcasmo alguno, realmente es asi-. Qué les atrae a quienes nos oyen fuera de nuestras iglesias o congresos. Qué les dejamos? Hablamos tanto de la música "mundana" y la cristiana, de alabanza y adoración, de si está bien o mal hacer dueto con un "mundano"... Qué le queda a la gente cuando escucha nuestra música (suponiendo que los no-evangélicos nos escuchen)? Pensarán que somos los jóvenes sanitos que le cantan a Dios? Será que tendremos música que llega a la gente? O seguiremos haciendo canciones que dejan entrever a medias verdades y principios? Seguiremos haciendo canciones que sólo pueden entenderse con Biblia en mano o explicación de por medio?

Entiendo que hemos sido creados para adorarle a Dios, y es que adorarle no sólo tiene que ver con el lenguaje de la música. Estoy adorando a Dios con mi vida entera. Y entiendo que hemos estado abstraídos, enajenados de las personas que nos rodean. Tal vez demasiado "agasajados" con la música de alabanza y adoración, que es hermosa, pero es SÓLO UNA PARTE de la música que Dios nos ha dado para dar. Tal vez hemos estado demasiado encerrados en nuestro país cristiano hablando nuestros propios dialectos, y olvidamos que hay una multitud enorme de gentes que necesitan conocernos, vernos. Escucharnos. Escuchar un mensaje más claro, más directo. Es momento de adorarle a Dios con el 100% de nosotros, y es momento de abrir los portones de nuestras ciudades cerradas, y abrir los ojos, y hacernos escuchar. Me gusta el tema de Montaner: "Canto a pulmón por la juventud/ canto al que lucha como luchas tú/ canto al derecho de ser humano/ canto al recuerdo del más olvidado/ canto con mi vida y canto con mi voz/ le canto a Dios."

Cuando ya no estemos aqui, me pregunto cómo será recordada nuestra música. No en el ámbito evangélico, sino afuera. Cómo seremos recordados? Como los que cerrábamos los ojos y le cantábamos a Dios? Como el grupo que se sabía que era evangélico pero no se entendían las letras? Seremos recordados por cantar acerca de nuestra fe, de lo que vivimos, seremos recordados como las voces que no se callaron, como las voces que hablaron de la lucha y la libertad, de la vida, de las pasiones, del amor? Seremos las voces que no se dejan callar, seremos las voces que reflejan, las voces que dejan algo en los corazones?

Me pregunto cuántos de nosotros nos atreveremos a cruzar la línea de nuestra propia relación fetal con Dios y al fin nos dejaremos guiar por Él y al fin abriremos la boca para dar de lo que recibimos por tanto tiempo. Me pregunto si podremos ser como ella, sentidos y recordados por lo que hemos dado.


LIBERTAD 1


Entreabría los ojos a mi pesar. Sabía que eran más de las once de la mañana de un domingo porque el único sonido que se escuchaba venía de la cocina. Invariablemente cada domingo al regresar de su reunión matutina, la abuela Amalia preparaba el almuerzo mientras cantaba:

"Puedo confiar en el Señor
no me va a fallar;

si el sol llegara a oscurecer
y no brillara nunca más
yo igual confío en el Señor,
no me va a fallar..."


Su voz básicamente era potente, grave y algo nasal, de modo que técnicamente no sería agradable escucharla. Pero aprendí a entender lo que ella cantaba. Y aprendí a disfrutarlo. De hecho al despertarme me quedaba en silencio por un rato escuchándola cantar. Me di cuenta que a veces se emocionaba y hacía pausas y luego volvía a cantar más suave, con la voz denotando su emoción.

La abuela estuvo por muchos años reprimiendo sus ganas de ir más seguido a la iglesia, de involucrarse activamente en ella, ya que había decidido contribuir a mantener la paz en el hogar pasando más tiempo en casa y dándoles prioridades a sus hijos para congregarse -el abuelo, su esposo no iba y ella quería ser un ejemplo cristiano en su propia casa- entonces iba y regresaba apresuradamente los domingos sin quejas, sin reproches, más bien mostrándose alegre. Fué una esposa y madre ejemplar desde el corazón de su familia. Cuando el abuelo murió, ella pudo ir y disfrutar más la comunión con sus hermanos, tomarse tiempo para descansar, tiempo para viajar, tiempo para sí. Tiempo para adorar a Dios cantando al regresar de la iglesia mientras preparaba el almuerzo del domingo. Esta antigua canción la acompañó y se le hizo carne todo el tiempo pasado y todo el nuevo presente de libertad en ese aspecto. Entonces creo que algo de eso pasaba por su mente cuando cantaba que podía confiar en el Señor aunque el sol se oscurezca. Era un canto sencillo y la verdad que se asomaba detrás era igualmente sencilla pero profunda: vivía lo que cantaba.

Debe ser porque recuerdo esto que no me dan ganas de combatir las voces levemente sosas que chillan sobre si tal cantante ya no está en el ranking, sobre si tal ministerio apesta musicalmente o no, sobre si parecerse a australianos o brasileros... y debe ser por eso que no me dan ganas de seguir la charla cuando me incluyen en algo de eso. Más bien piensen lo que deseen y entreténganse en lo que deseen. Doy la espalda a eso, prefiero cantar lo que tenga ganas de cantar adorando a Dios sin pensar si está in o out. Prefiero seguir viviendo lo que canto y ya. Lo demás y los demás pueden seguir su curso. Bendita libertad.



DOS FUEGOS- Parte 3

(Parte final de este excelente artículo EXCLUSIVO)

El Primer fuego, es el fuego por querer agradar a Dios. Allí hay devoción, hay disciplina. Hay celo. Y EL SEGUNDO FUEGO SÓLO PUEDE ENCONTRARNOS CUANDO EL PRIMERO ESTÁ ENCENDIDO. Hay gente que no "se calienta" por nada! Quizás su vida se desmorona o no logran encontrarle un sentido pero ni siquiera atinan a orar; por eso, lo que estás leyendo es para los que sí tienen encendido el Primer fuego, los que se levantan...!
La zarza ardiente, es Dios diciéndonos: "MI PASIÓN SUPERA LA TUYA". Y el punto al que quiero llegar es que NO PODEMOS EMPRENDER GRANDES PROEZAS COMO MOISÉS, PABLO, DAVID y tantos otros sin PRIMERO ADORAR A DIOS DELANTE DE SU ZARZA ARDIENTE.

No sé si te pasa a veces de preguntarte: ¿Qué sentirá Dios al pensar en mí?, ¿Qué hay en su corazón, en sus afectos respecto a mí? Ahi estamos nosotros luchando con nuestros pensamientos respecto a nosotros mismos, nuestras frustraciones, nuestros deseos de agradar a Dios, nuestro fuego a veces confuso... y pensamos qué sentirá Dios, cuál será su opinión respecto a nosotros.

LA ADORACIÓN ES UNA RESPUESTA QUE CRECE O SE ENCOGE EN PROPORCIÓN DIRECTA A LA CONCIENCIA QUE TENGAMOS DEL AMOR DE DIOS POR NOSOTROS.

Jesús enseñó que AL QUE MUCHO SE LE PERDONA, MUCHO AMA (con esto en mente, vuelve a leer la frase de arriba). Y eso no significa que algunos sean más pecadores que otros, sólo significa que algunas personas son más conscientes de la gracia y favor de Dios sobre sus vidas y se asumen como DEUDORES eternos del Señor, mientras otros viven con una mentalidad de ACREEDORES y están siempre demandando, lamentándose y quejándose.

Por eso, antes de empezar a adorar delante de la zarza ardiente, te recomiendo siempre hacer 2 cosas:

1- Mira tus pecados clavados en la cruz con actitud de GRACIAS y recordando todos sus beneficios tal cual David: "Bendice alma mía... y no olvides ninguno de sus beneficios".
2- Antes de empezar a hablar acerca de Dios, escucha lo que Dios habla acerca de ti.

Finalizando... ¿QUÉ DICE DIOS ACERCA DE MÍ?"

En Isaías 42: 1 vemos esta presentación de Dios que es una profecía que se aplica a Jesús y también a ti, a mí y a todo ser humano que nace en este mundo: "He aqui ("Y con ustedes...") mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento..." E Isaías 42:3 dice algo bien interesante sobre los tratos de Jesús en nosotros. Dice: "El no apagará el pábilo que humeare". Recuerdas cuando soplamos las velitas en nuestro cumpleaños? A veces nos sentimos así, como que a nuestro pábilo sólo le queda el humito... pero Jesús no desea apagar tu vida. JESÚS DESEA SOPLAR SOBRE TU VIDA Y AVIVAR SUS DOS FUEGOS EN TU CORAZÓN!

Dios te bendiga,

SEBASTIAN GOLLUSCIO
Pastor- Cantautor


DOS FUEGOS- Parte 2

(Segunda parte de este artículo EXCLUSIVO para nuestro querido blog)


... a este segundo fuego lo llamaremos EL FUEGO DE LOS 80

En Hechos 7: 30 dice que pasados sus 40 años, es decir a sus 80, Moisés se topa con otro fuego: "temblando, no se atrevía a mirar". Me imagino a Moisés mientras Dios lo llamaba desde la zarza preguntándose: "Qué me dirá Dios?", "Este es el Dios al que le fallé, el Dios que me rechazó como libertador de mi pueblo..." pero Dios, lejos de rechazarlo, le dice "Quitate el calzado de tus pies porque el lugar en que estás es tierra santa"; o sea: No me importa que hayas caminado con esas sandalias hasta el día de hoy, estás en un lugar de nuevos comienzos para tu vida!
Leyendo el relato desde Éxodo, encontramos algunas características de este segundo fuego:

- Dios es el que toma la iniciativa.
- Sentimos que no tenemos lo que hace falta para el desafío (nos escondemos detrás de excusas: "soy viejo", "no sé hablar", "no me van a creer", y Dios se encarga de tirar a tierra nuestras excusas).
- Nuestra autosuficiencia es quebrada.
- Nos vemos obligados a depender de Dios y obedecer sus estrategias "locas".
- Nuestra percepción del favor (aprobación) de Dios ya no depende de nuestros logros.
Y el resumen de la charla de Dios con Moisés es: MOISÉS, LO ÚNICO QUE NECESITAS SABER PARA IR A EGIPTO ES QUE YO ESTOY CONTIGO. PUNTO. Y ahi va Moisés con sus 80 años a Egipto con el fuego de esta convicción...

El mismo patrón de los dos fuegos lo vemos en la vida de Saulo de Tarso: un joven que creía estar haciendo lo correcto movido por la pasión, el celo, y ahi está con su Primer fuego yendo de acá para allá persiguiendo a la iglesia, y Dios lo mira y dice: "Tiene vocación misionera!" (Dios tiene una capacidad increíble de ver cosas buenas detrás de las malas en nosotros y de transformar nuestros defectos en dones). Y le sale al encuentro camino a Damasco. Y ya saben... a partir de ahí ese muchacho celoso pero mal orientado se transforma en el apóstol Pablo.

La pregunta hoy es: ¿Están ardiendo estos dos fuegos en tu corazón? Está ardiendo el Primer fuego, el de tu celo por Dios, el de tu deseo profundo por agradarlo y servirlo? Y si este fuego ya está encendido en ti, ¿Estás permitiendo que Dios encienda un Segundo fuego, un fuego MUCHÍSIMO MÁS GRANDE que esos deseos de amarlo y servirlo?

Cuando David promediaba sus 40 años, un día estaba paseándose por su palacio y de repente se enciende un fuego en su corazón, una molestia, una indignación santa. Mira su palacio de cedro y oro, y por la ventana ve la carpa humilde que albergaba el arca del pacto y dice "Cómo puede ser!? VOY A DEMOSTRARLE A DIOS CUÁNTO LO AMO!". Y estaba allí orgulloso con su noble motivación. Y llama al profeta Natán, y éste le dice ¡Dale! Y ahi va David con su sueño y el ardor interior que éste le generaba... y Dios le sale al encuentro con otro fuego: FANTÁSTICO QUE TENGAS ESE DESEO EN TU CORAZÓN, PERO "¿TÚ ME VAS A EDIFICAR CASA?", "¿ TÚ QUIERES DEMOSTRARME CUÁNTO ME AMAS?" YO SOY QUIEN TE VA A DEMOSTRAR CUÁNTO TE AMO! YO VOY A EDIFICARTE CASA A TI! David, quieres demostrarme cuánto me amas? Moisés, quieres emprender esta gran proeza libertadora? Saulo, quieres agradarme con tu celo y radicalidad?
Lo que Dios quiere decirnos es: YO ESTOY MUCHÍSIMO MÁS INTERESADO QUE USTEDES EN QUE CUMPLAN SUS SUEÑOS, SUS PROEZAS Y SUS INICIATIVAS, PORQUE EN REALIDAD ESOS SUEÑOS NO SON DE USTEDES; SON MÍOS, ¡AHI LES VA EL VERDADERO FUEGO!

... (Finaliza en el siguiente post)

SEBASTIAN GOLLUSCIO
Pastor- Cantautor


DOS FUEGOS- Parte 1

Como en otras ocasiones, les comparto algo que tiene mucho que ver conmigo, pero mejor escrito por gente que sabe más del tema -Muchas gracias querido Sebastián por la confianza, U know-. He aqui la primera parte de este artículo EXCLUSIVO para mis queridos bloggers desde aqui:


Quiero hablarte acerca de DOS FUEGOS que entiendo Dios desea avivar en nuestro corazón.
Al primer fuego lo llamaremos EL FUEGO DE LOS 40


En Hechos 7: 23 (hablando de Moisés) dice que cuando cumplió la edad de 40 años "le vino al corazón el visitar a sus hermanos, los hijos de Israel". La NVI dice aqui "tuvo el deseo", es decir algo se despertó, algo se encendió en él. Conocemos la historia de Moisés; criado como un egipcio de elite en el palacio de Faraón, por sus venas corría sangre hebrea. Y él conocía su verdadera ascendencia y veía como sus compatriotas eran oprimidos en Egipto.Regresando al pasaje, cuando Moisés cumplió 40 años, se encendió un fuego dentro suyo. Esa motivación, ese deseo subyacente por ayudar a sus hermanos hebreos que había ido creciendo durante su juventud, de repente se despierta, se activa. Un fuego se enciende dentro de él.

Podemos llamar a este fuego: "El fuego del llamado de Dios" o "El fuego de nuestro destino como hombres". En el caso de Moisés se encendió a los 40 años, en otros se enciende a los 15, a los 20, a los 30; el punto es que hay un momento de nuestra vida en el que algo se enciende en nuestro corazón; en la película "El Último Samurai" hay una escena en la que uno de los protagonistas dice: "Los hombres hacen lo que pueden con su vida hasta que su destino les es revelado", es decir hasta que se enciende esa llama que en el caso de Moisés sucedió a los 40 años.
Podemos llamarlo también "El fuego de una insatisfacción santa" o "El fuego de algo que no podemos tolerar" (algo que nos genera inquietud, como un 'ahhh' en el vientre). En el caso de Moisés, ese algo, ese 'ahhh' era el sufrimiento de sus hermanos hebreos, como para nosotros puede ser el ver los chicos de la calle, los enfermos terminales en los hospitales, la esclavitud sexual, las familias en crisis, guiar a la gente a experimentar la manifiesta presencia de Dios, etc. También podemos llamarlo "El fuego del deseo de trascender", de servir a nuestra generación haciendo un aporte significativo.


Algunas características de este fuego:
- Tenemos una idea aún vaga del "qué" hacer, pero no sabemos bien el "cómo".
- Confiamos en nuestra capacidad más que en Dios.
- Nos controlan la impaciencia y el temor.
- Nuestra motivación todavía es difusa (nos pueden mover el egoísmo o el deseo de reconocimiento).
- A veces creemos que nuestros logros determinan la aprobación de Dios.

Y ahi está Moisés con ese ardor en su corazón, todavía difuso pero genuino. Y siente que él puede ayudar a sus compatriotas, pero todo todavía está 'mezclado' en su interior. Y lejos de lograrlo fracasa, y siente que falló en su misión. Y huye frustrado al desierto, donde pasa 40 años. Y ese fuego lentamente se va apagando; pero Dios se encarga de encender un segundo fuego... (continúa)


SEBASTIAN GOLLUSCIO
Pastor- Cantautor


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